Resumen de la intervención del coordinador federal de IU en el encuentro del Partido de la Izquierda Europea que se desarrolla en Berlín.
Corren tiempos difíciles para Europa. Los mercados y sus golpes, junto a los gobiernos neoliberales, continúan asfixiando a los ciudadanos europeos; la avaricia del sistema capitalista también ha colocado a España en su punto de mira.
La política neoliberal desarrollada por el anterior Gobierno español, junto a una Ley Electoral injusta, han propiciado la llegada al poder de la derecha del Partido Popular con mayoría absoluta, es decir, la derecha neoliberal continuará aplicando la hoja de ruta puesta en marcha por el Gobierno saliente.
Nuestro acertado diagnóstico de la situación, exponiendo la crisis actual como económica y global, y no sólo financiera, la oposición y crítica a las políticas implementadas desde su irrupción, así como el trabajo realizado durante este tiempo junto a otras fuerzas de izquierda, movimientos sindicales y sociales, ha posibilitado el desarrollo de una propuesta alternativa política y económica en el marco de un nuevo modelo productivo. Sus ejes fundamentales son: el empleo por encima de todo, la regeneración democrática y la salida social a la crisis.
En medio de esta situación socioeconómica extrema, la aparición de sectores amplios de ciudadanos agrupados en el Movimiento 15-M, coincidiendo como nosotros en señalar algunos de los principales problemas y apuntando soluciones parecidas a las que llevamos defendiendo desde hace años, es para alegrarse. Confío en que en el camino se seguirá produciendo el reconocimiento mutuo y que podamos construir pasarelas compartidas hacia la lucha y la movilización.
En esta dirección, el proceso de Refundación y de Convocatoria Social nos ha situado en mejores condiciones como fuerza implicada seriamente en el proceso de unidad de la izquierda.
En las pasadas elecciones generales Izquierda Unida concurrió junto a otras organizaciones, en su mayor parte procedentes del ecologismo social y político, hecho que ha posibilitado que ante gran parte de los ciudadanos españoles aparezcamos como la única alternativa seria y creíble de la izquierda en nuestro país.
En este marco, Izquierda Unida ha obtenido unos buenos resultados electorales, consolidándose como tercera fuerza política en España en cuanto al número de votos.
Ahora es el momento de seguir trabajando en la misma línea, combinando nuestra labor opositora en las instituciones con el trabajo y la lucha en la calle. Debemos seguir al lado de los que sufren las consecuencias de esta crisis capitalista, que también puede ser calificada como una ‘estafa’, y, a la vez, aportar soluciones y alternativas que trasciendan el fatalismo de que únicamente es posible resolver la situación recortando derechos a los ciudadanos y eliminando el ya mermado Estado de bienestar.
Corren tiempos difíciles para Europa. Los mercados y sus golpes, junto a los gobiernos neoliberales, continúan asfixiando a los ciudadanos europeos; la avaricia del sistema capitalista también ha colocado a España en su punto de mira.
La política neoliberal desarrollada por el anterior Gobierno español, junto a una Ley Electoral injusta, han propiciado la llegada al poder de la derecha del Partido Popular con mayoría absoluta, es decir, la derecha neoliberal continuará aplicando la hoja de ruta puesta en marcha por el Gobierno saliente.
Nuestro acertado diagnóstico de la situación, exponiendo la crisis actual como económica y global, y no sólo financiera, la oposición y crítica a las políticas implementadas desde su irrupción, así como el trabajo realizado durante este tiempo junto a otras fuerzas de izquierda, movimientos sindicales y sociales, ha posibilitado el desarrollo de una propuesta alternativa política y económica en el marco de un nuevo modelo productivo. Sus ejes fundamentales son: el empleo por encima de todo, la regeneración democrática y la salida social a la crisis.
En medio de esta situación socioeconómica extrema, la aparición de sectores amplios de ciudadanos agrupados en el Movimiento 15-M, coincidiendo como nosotros en señalar algunos de los principales problemas y apuntando soluciones parecidas a las que llevamos defendiendo desde hace años, es para alegrarse. Confío en que en el camino se seguirá produciendo el reconocimiento mutuo y que podamos construir pasarelas compartidas hacia la lucha y la movilización.
En esta dirección, el proceso de Refundación y de Convocatoria Social nos ha situado en mejores condiciones como fuerza implicada seriamente en el proceso de unidad de la izquierda.
En las pasadas elecciones generales Izquierda Unida concurrió junto a otras organizaciones, en su mayor parte procedentes del ecologismo social y político, hecho que ha posibilitado que ante gran parte de los ciudadanos españoles aparezcamos como la única alternativa seria y creíble de la izquierda en nuestro país.
En este marco, Izquierda Unida ha obtenido unos buenos resultados electorales, consolidándose como tercera fuerza política en España en cuanto al número de votos.
Ahora es el momento de seguir trabajando en la misma línea, combinando nuestra labor opositora en las instituciones con el trabajo y la lucha en la calle. Debemos seguir al lado de los que sufren las consecuencias de esta crisis capitalista, que también puede ser calificada como una ‘estafa’, y, a la vez, aportar soluciones y alternativas que trasciendan el fatalismo de que únicamente es posible resolver la situación recortando derechos a los ciudadanos y eliminando el ya mermado Estado de bienestar.
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