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jueves, 1 de noviembre de 2012

José Luis Centella interpela al Gobierno y pide "hacer un gran debate con la sociedad para abrir el Parlamento a la gente y que no se criminalice a quien protesta"


En la foto el Secretario General del PCE y Diputado por la provincia e Sevilla en el Congreso de los Diputados, Jose Luís Centella.

Texto de la interpelación realizada en el Pleno del Congreso por el portavoz parlamentario de IU, José Luis Centella, a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
"Señora vicepresidenta, presentamos esta interpelación con una intención muy clara, aparte de que usted nos oiga, la de que en este Parlamento se pueda debatir lo que hoy plantean muchos ciudadanos y ciudadanas en la calle, y también lo que nos dicen las
encuestas, y es que existe un descontento ciudadano con el funcionamiento de la democracia y con la forma concreta en la que funcionan las instituciones más representativas. Además, que hagamos este debate sin caer en la demagogia, sin caer en descalificaciones generales sobre la política y los políticos, es decir, con un debate sereno en el que empecemos por reconocer -permítame que se lo diga- que hace falta regenerar la democracia en este país.

Pero este debate hay que hacerlo con mucha más gente. Queremos hacer el debate con la participación ciudadana, con la implicación de gente que tenga claro que puede participar en la toma de decisiones, de medidas que le afectan directamente.

Todos queremos acabar con ese concepto de la democracia que dice: ‘usted vote cada cuatro años y luego déjennos hacer a nosotros lo que queramos’. Queremos una democracia en la que el voto no sea un cheque en blanco sino un contrato entre el ciudadano y el político; contrato que tiene el programa como eje fundamental, como garantía; contrato que signifique que si no se cumple, algo tiene que pasar para que el representante dé cuenta de ello. Queremos una democracia en definitiva que, como dice el título de esta interpelación, ponga este Parlamento al servicio de la ciudadanía, de manera que se acabe con que la visita al Congreso el día de puertas abiertas sea simplemente una visita turística.

Señora vicepresidenta, no estamos de acuerdo en cómo se están llevando las cosas en este país. Le diré algunas. Creemos que se vacía de contenido al Parlamento cuando se niega la posibilidad de que haya un debate sobre el estado de la Nación donde el presidente exponga su política y cada grupo pueda plantear propuestas de cómo salir de la crisis. No estamos de acuerdo en cómo se abusa del decreto-ley como forma de gobernar. No estamos de acuerdo cuando se intenta perpetuar un posicionamiento bipartidista del Parlamento cuando hoy la sociedad no es nada bipartidista.

No estamos de acuerdo, por ejemplo, en que el Reglamento no permita comisiones de investigación salvo que las decida el grupo al que se pretende investigar, causa, por ejemplo, de que hoy los ciudadanos y ciudadanas de este país no puedan saber qué ha pasado y qué está pasando con la crisis del sector financiero que ellos están pagando. No estamos de acuerdo con que este Parlamento pierda soberanía para entregársela a entes de la Unión Europea que no tienen ningún control democrático.

Porque de lo que se trata, señora vicepresidenta, es precisamente de lo contrario, de que se amplíe la soberanía ciudadana para que la gente pueda participar en la toma de decisiones que les afectan directamente y, sobre todo, que haya control democrático de las instituciones.

Queremos más democracia, queremos democracia representativa; pero para que haya democracia representativa tiene que haber representantes y representados que se sientan precisamente representados, para que cada vez estén más cerca de quienes los representan, para que cada vez sean más transparentes. Queremos, en definitiva, que este Parlamento tenga la centralidad de la vida política y no sea una mera caja de resonancia de decisiones que se toman en otros ámbitos.

Para ello somos conscientes de que hacen falta muchos cambios y, para empezar, creemos que es fundamental en estos momentos, como ya le decía, escuchar a la gente. No sirve de nada que aquí discutamos si son muchos o pocos los que se manifiestan. Lo importante es lo que están diciendo, lo importante hoy aquí es que escuchemos con modestia lo que se nos dice desde fuera de este Parlamento, reconocer que algo va mal cuando aumenta la abstención, cuando aumenta el voto en blanco o simplemente cuando las encuestas nos muestran una mala valoración de la clase política.

Nuestro grupo no se siente para nada parte de la clase política, entre otras cosas porque nosotros entendemos las clases sociales de otra manera y, por tanto, negamos la mayor y negamos la existencia de una clase política. Sí estamos preocupados por que avancen las ideas de la antipolítica, esas ideas que nos recuerdan cuando el dictador Franco les decía a sus ministros aquello de que hicieran como él y no se metieran en política. Por eso nosotros queremos que haya política y queremos que haya políticos, queremos que haya representantes y también que la gente se sienta representada por ellos.

Por eso no queremos quedarnos solamente en la crítica. Nos preocupa mucho cuando se quiere criminalizar a los movimientos de protesta. Nos preocupa mucho cuando siempre se quiere comparar a los manifestantes con terroristas o con golpistas, porque ese no es el camino. El camino es escucharlos y no criminalizarlos. El camino es escucharlos y no multarlos. El camino es, sinceramente, establecer un diálogo con la sociedad para que nosotros también aprendamos de lo que nos tienen que decir, que es quizás en este caso mucho más de lo que nosotros les podemos decir a ellos. También nos preocupa cuando se dice que la democracia es cara y que hay que reducir el número de cargos políticos, porque eso no es ni más ni menos que limitar el pluralismo.

En definitiva, creemos que es el momento de hacer un gran debate con la sociedad, de este Parlamento con la gente. Nos gustaría discutirlo con todo aquel que quiera aportar algo. Nos gustaría discutirlo con todo aquel colectivo, sea cual sea su ámbito ideológico, que crea que en estos momentos puede aportar elementos para el funcionamiento del Parlamento y, sobre todo, para conseguir recuperar la confianza de la ciudadanía, para conseguir una democracia avanzada, una democracia que permita que la gente entienda que es posible participar en la vida política sin más riesgo que el que pierda unas cuantas horas de su vida, no el de tener que enfrentarse a la porra.

Como decía, queremos que en este debate participe mucha gente, que se abran las puertas del Congreso, que conozcamos opiniones diversas y plurales porque queremos demostrar que somos sensibles a la demanda ciudadana. Porque nos rebelamos contra la actual situación y queremos avanzar. Queremos que la moción que discutamos cuando corresponda sea un instrumento también para cambiar cosas en este Parlamento. Nos rebelamos contra una Comisión de Peticiones que es un instrumento en estos momentos vacío e inútil y que puede ser un elemento positivo en la vida parlamentaria evidentemente si no funciona como en la actualidad.

También queremos que las ILP (Iniciativas Legislativas Populares) puedan ser defendidas por quienes las promuevan, que es lo lógico, que si alguien recoge medio millón de firmas para traerlas a este Parlamento, que tenga al menos el derecho de expresar lo que ese medio millón de firmas han planteado.

En definitiva, queremos un Parlamento más transparente, un Parlamento más al servicio de la ciudadanía. Queremos que el debate que vamos a hacer en torno a la moción sea un debate en el que todos los grupos políticos podamos decir a la gente que estamos aquí dispuestos a cambiar cosas para conseguir que no se siga devaluando la democracia en este país y a partir de esta reflexión vamos a ser beligerantes en la defensa de más democracia, en la defensa de más pluralidad, de más cercanía y transparencia a los ciudadanos, pero, como les decía, sin demagogias, sin entender que hay que hacer demagogia para discutir cara a cara con la gente.

Estamos seguros de que si ustedes empiezan a discutir cara a cara con la ciudadanía para ganarse la confianza, veremos realmente quién es el soberano, que no es una cifra más en un censo electoral, que son gente normal, gente que quiere la democracia, porque han luchado mucho por esta democracia, gente que sufre el paro, el desahucio, la pérdida de valores y que necesita instrumentos para poder expresarse y para participar en la acción política porque les repercute directamente.

Queremos que quienes representen en esta Cámara al pueblo sean vistos por ese pueblo como uno más entre ellos y no como un problema, según nos dicen hoy las encuestas. Por tanto, hace falta reflexión, no negar la realidad. Como les decía, queremos una democracia que recoja las posibilidades de este siglo, las posibilidades de la informática. Queremos más democracia para que los representados puedan controlar a sus representantes y, llegado el caso, incluso puedan revocarlos si pierden su confianza. Porque si se rompe el contrato, ese que se firma con el voto, quien ha roto el contrato tiene que dar cuentas y, si pierde la confianza, también podría ser revocado, porque les repito que el voto es un contrato que si lo rompe una parte, acaba también ese derecho a ser representado.

No tenemos miedo a que la gente participe; al contrario, creemos que es la única manera de que hoy se legitime una institución que tiene gran pérdida de credibilidad. Le podría poner una prueba. Estoy convencido de que la mayoría de los que estamos en esta Cámara no soportaríamos la prueba de ver si somos conocidos al menos por el 10% de nuestros electores en cada circunscripción. Estoy seguro de que la mayoría no lo sobrepasaríamos y eso no es bueno para la democracia.

Por eso este debate que hoy aquí le proponemos no es ningún punto de llegada, queremos que sea un punto de partida para que recojamos lo mejor que se nos está diciendo, que se abran las puertas de este Congreso, que de una vez por todas quitemos las vallas que cercan el Congreso, que de una vez por todas debatamos con quienes se manifiestan, porque lo hacen pidiendo más democracia, no son golpistas, no son terroristas, como alguien de su partido les ha dicho. Queremos escuchar a la sociedad; si la escuchan, estoy seguro de que se convencerán de que no tienen cuernos ni rabo, como creían en otra época histórica que teníamos la gente de izquierdas, sino que es gente con ganas de aportar a este país muchas cosas. Por eso creemos que hay que aceptar ese reto de confrontar las ideas, que hay que confrontar ideas no solamente entre grupos sino con la gente que hoy demanda más democracia.

Queremos darle la vuelta a las encuestas del CIS; queremos darle la vuelta a aquella gente que hoy piensa que quienes estamos aquí no representamos a la mayoría de la población, pero hay que hacerlo recuperando soberanía. No es posible que hoy esta democracia se ponga en manos del Banco Central Europeo o del Fondo Monetario Internacional, porque no queremos sustituir este Parlamento por entidades de la Unión Europea que no tienen control democrático. Por ello, repito, hay que aceptar ese reto, hay que abrir el Parlamento.

Como nosotros siempre queremos terminar con alguna propuesta, aparte de la que ya le he planteado en cuanto a la posibilidad de mejorar el funcionamiento de la Comisión de Peticiones para que realmente sea un cauce de participación, hablemos de la posibilidad de introducir la informática para que haya una mayor participación ciudadana. Le he planteado también que hay que regular el debate sobre el estado de la Nación para que su realización no dependa del grupo mayoritario, hoy ustedes, mañana otro grupo.

Asimismo creemos que es fundamental y es posible que el presidente del Gobierno acuda cuando se lo pidan los grupos parlamentarios de la oposición al menos una vez por periodo de sesiones, para que no dependa solo del grupo mayoritario cuándo da cuentas el presidente del Gobierno. Creemos que es posible que en las comisiones los diputados tengan a título individual un papel más activo que el que tienen ahora, porque sabemos que en un grupo parlamentario amplio muchos diputados tienen dificultad a la hora de participar y sería bueno que los parlamentarios pudieran intervenir en las comisiones a título individual para hacer preguntas o propuestas.

Además, es necesario y es posible que en este Parlamento puedan participar colectivos sociales en comisiones de trabajo. Es decir, creemos que es posible mejorar la democracia. Y -lo he dejado para el final- si queremos que sea una democracia representativa, es también fundamental que haya una Ley Electoral que sea representativa y la que hay ahora mismo no lo es.

Señora vicepresidenta, como le decía, tenemos una oportunidad y con esta interpelación queremos abrir esa oportunidad. Depende de que aceptemos el reto de que esta democracia tiene que mejorar, tiene que ser más abierta, más transparente y más participativa. Muchas gracias."

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