TEXTO IZQUIERDA UNIDA

Izquierda Unida es un movimiento politico y social organizado, que pretende contribuir a la transformación del actual sistema capitalista en un sistema socialista, fundamentado en los principios de justicia,igualdad,solidaridad y respeto por la naturaleza y las diferencias personales. Asimismo se afirma que dicha sociedad socialista se organizará a través de un estado social y participativo democrático,repúblicano y federal.

TEXTO CHÉ

El capitalismo es el genocida más respetado del mundo (Ernesto Guevara de la Serna. Che)



CAMPAÑA DE SIMPATIZANTES A IU

CAMPAÑA DE SIMPATIZANTES A IU
PINCHA EN LA IMAGEN E INSCRIBITE Y ÚNETE A IU COMO SIMPATIZANTE

ENTREVISTA A ANTONIO MAÍLLO EN CANAL SUR TV

DISCURSO CONTUNDENTE

ACTO CONVERGENCIA

miércoles, 22 de octubre de 2014

Intervención de Alberto Garzón en el debate sobre los Presupuestos Generales del Estado 2015



"Sr. Montoro, subo hoy a esta tribuna para decirle tres cosas. La primera, usted lo está haciendo francamente mal y su tratamiento médico está matando al paciente. La segunda, usted miente al ciudadano, pues sabe que el tratamiento es realmente letal y tiene que mentir diciendo que todo va bien. La tercera, la gente está sufriendo enormemente como consecuencia de sus engaños y de sus negligencias y, sin duda, el año que viene le pedirán explicaciones en las urnas.

Veamos sus Presupuestos. Señor Montoro, es usted el alumno aventajado de la señora Merkel y de los grandes bancos alemanes. Sigue usted al pie de la letra las lecciones suicidas que desde las instancias financieras se le exigen a la economía española. A saber, represión salarial y desmantelamiento del Estado social. Seis años de sacrificios para la mayoría social a cambio de una promesa de futuro que nunca llega. Su promesa es como el horizonte de Galeano, que cada dos pasos que damos el horizonte avanza otros dos. Su promesa, su futuro, es como el porvenir de Ángel Gónzalez. Ya sabe, le llaman porvenir porque no viene nunca. Y entre sacrificios y sacrificios se nos va el tiempo, pero también la vida.

Sacrificios, señor Montoro. Tuve la oportunidad una vez de decirle que su Gobierno me recordaba a los antiguos mayas, que sacrificaban y sacrificaban esperando la ansiada lluvia. Al final mucha sangre y poco agua. Señor Montoro, ¿es usted un chamán? ¿O un torturador de datos? Quizás un mago, pero alguna explicación tendrá su obstinación en esta fracasada receta.

De verdad que intento comprender a qué se debe tal obsesión.

Permítame que comparta con usted mi primera hipótesis. Usted, señor Montoro, como su Gobierno, no representa al pueblo español. No me refiero, lógicamente, a su relación legal con el pueblo español. Me refiero a otra más importante, la que le une con sus intereses y esperanzas. Y si no representa al pueblo español, ¿a quién está representando? Pues a la vista de estos Presupuestos parece claro: a las grandes fortunas y a las grandes empresas, es decir, a lo que con acierto históricamente hemos llamado la oligarquía. Ya sabe, ese matrimonio feliz entre la élite política y la élite económica, y que explica su renta, riqueza y poder por la explotación de una mayoría social.

Y es que usted nos presenta unos Presupuestos que más que consolidar la recuperación económica lo que provocan es el apuntalamiento de un modelo de sociedad altamente regresivo, injusto y desigual. Un modelo que es otra vuelta de tuerca del neoliberalismo.

Usted apuesta por la represión salarial. Es decir, el empobrecimiento generalizado de las gentes trabajadoras. Descompone el mercado de trabajo, cambiando los trabajos estables por trabajos temporales y parciales, y esperando que esa pirueta pase desapercibida en las estadísticas. Pero la realidad es que hoy no es suficiente con un contrato de trabajo para poder vivir. Al fin y al cabo el 93% de los contratos firmados son de carácter temporal, y hay que remontarse a 1990 para encontrar niveles salariales medios tan miserables. Y en estos presupuestos aparece un plan de empleo, llamado CRECE, que sólo sirve para maquillar las tasas de paro.

Pero esto no es sólo una cuestión de indicadores. Usted y su Gobierno rompen los vínculos sociales, promoviendo el desarraigo y quebrando la solidaridad. Usted está condenando a los jóvenes a una vida sin horizonte, a una vida de pobreza. Jóvenes que huyen del país en busca de futuro y jóvenes que sin el esfuerzo acumulado de sus padres serían hoy mendigos en las calles. Usted obliga a la gente a ganarse la vida a salto de mata, condenándola a la incertidumbre permanente. Al ajuste permanente. A la crisis permanente. Señor Montoro, no hay libertad en el reino de la necesidad.

El reino de la necesidad... El mundo al que usted y su Gobierno apuntan se parece mucho al mundo que vivieron nuestros abuelos. Están ustedes reinstaurando la figura del ‘manijero’, muy popular en nuestra tierra hace unas cuantas décadas. Contratos de pobreza, trabajo basura, ningún derecho laboral y emigración como alternativa. Esa es la sociedad que describen estos Presupuestos.

Pero, ¿para qué la represión salarial? ¿Quién se beneficia? Usted dice que todos y todas, pero miente. Dice usted que con salarios más bajos seremos más competitivos, que nuestras empresas venderán más y que tendremos más trabajo. Los datos le traicionan. Los precios de los productos industriales han caído un 0,12% en tres años. Los salarios lo han hecho mucho más. ¿Qué ha sucedido entonces? Pues que su Gobierno ha incrementado espectacularmente el margen de beneficio de las grandes empresas exportadoras. Y a la vez ha provocado el desplome de la demanda interna, lo que ha destruido literalmente a decenas de miles de pequeñas y medianas empresas. Usted les está dejando sin clientes.

Señor Montoro, dice usted también que todos saldremos de esta. Pues no me parece ni que salgamos de esta ni que todos transitemos la misma penitencia. Y es que mientras unos se desbocan por el abismo de la pobreza, otros se enriquecen con el mercadillo de lo público que usted y sus compañeros han montado. Están vendiendo el Estado a trozos, como anunciara Friedman, y encima a precio de saldo. La privatización de AENA, la última hazaña. Eso se llama traición al pueblo español, pues sin duda usted ha olvidado que es el gestor de las finanzas públicas y no de las finanzas de las grandes fortunas.

Usted actúa de simple intermediario. Los que mandan en este país son los banqueros, las grandes fortunas y los que, en definitiva, no se presentan a las elecciones. Por ello yo invito al PP a que en las próximas elecciones generales presenten como candidatos a Florentino Pérez, a Ana Patricia Botín, a algún March y a personajes similares. Sin duda será un ejercicio de transparencia sin igual y ahorraremos un coste notable en intermediación.

Mi segunda hipótesis, señor Montoro: es usted un antisistema.

Verá, nuestra Constitución de 1978 establece una serie de garantías positivas que proceden de la lucha por la libertad llevada a cabo, con mucho esfuerzo, por las generaciones precedentes. Derecho al empleo, derecho a la vivienda, derecho a una jubilación y a la seguridad social… Ese es el Estado social, el sistema, el que se conquistó en las calles contra la dictadura y contra la oligarquía.  Y ese es el sistema contra el que usted trabaja.

Y han sido la troika y su soporte político, el bipartidismo, quienes han dinamitado el pacto social de 1978. Lo han hecho saltar por los aires. La sociedad que existía en 1978 ya no existe. Y no es que ustedes vean impasibles pasar el cadáver por delante, es que ustedes son los asesinos y los que aceleran el estadio de putrefacción. Ustedes han matado la Constitución de 1978. Sin embargo, se llenan la boca con la retórica setentayochista pero sólo para que el texto constitucional opere como un parapeto donde esconder su verdadero programa. Ustedes han declarado un Estado de excepción para liquidar las conquistas históricas.

La Educación Pública ya no parece ni pública ni de calidad, precisamente por los recortes. Aquella máxima de los años 70 de “queremos que estudien los hijos de los trabajadores” emerge de nuevo con actualidad. Lo mismo sucede con la Sanidad, en un país donde las empresas hacen su agosto comprando hospitales. Qué decir de la dependencia y de las transferencias sociales. Qué de la jubilación. Vivir peor con menos, eso nos dicen. Y nuestras viviendas, propiedad de los fondos buitres. Pasamos de ser ciudadanos a ser clientes. De tener derechos a tener opciones. Y todo ello en un país donde 750.000 hogares carecen de ingresos, dónde un 17% de los hogares tienen pobreza energética y dónde sin embargo el número de ricos se ha disparado un 11,6% en un año.

Saben ustedes muy bien que en Europa se han repartido de nuevo las cartas. Merkel es el dealer y Draghi el guardia de seguridad; privada, por supuesto. Y que a España no le ha tocado ser un país desarrollado con un estado social y derechos conquistados. Señor Montoro, nuestras cartas están marcadas. A España, como a Grecia y a Portugal, le ha tocado el papel de ultraperiferia y subdesarrollo. Y ustedes, en vez de combatir ese hecho, actúan con subordinación política y económica a los dictados de la oligarquía europea. Y aquí, sin duda, comparten ustedes diagnóstico y soluciones con la oligarquía catalana, vasca y europea.

Ustedes saben bien que el capitalismo realmente existente y la Unión Europea actual son incompatibles con la satisfacción de las necesidades humanas. Lo saben porque el bipartidismo fue quien diseñó la arquitectura de esta Unión Europea neoliberal. Desde Maastricht hasta el Tratado de Libre Comercio, pasando por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y la fracasada Constitución Europea, socialistas y populares han construido los mecanismos institucionales responsables de nuestra miseria.

Por si fuera poco, señor Montoro, usted como ‘médico antisistema’ ha dictaminado que todos los demás están locos y que corresponde aplicarles un duro tratamiento. Y anda por ahí poniendo camisas de fuerzas a todo lo que se mueve. Creó la Autoridad de Responsabilidad Fiscal, estableció techos de gasto, límites de déficit, sanciones y penalizaciones, y con el PSOE cambiaron la Constitución para que aún estuviéramos más atados. Todos locos, piensa usted. Pero, ¿y si al final resulta que Montoro el loquero se equivoca y que quien es un temerario es usted mismo?

Ustedes, que creen que atándose al mástil y tapándose los oídos como Ulises podrán salvar la vida. Ustedes, que no ven ni oyen que estas sirenas no son de agua sino de alarma. Ustedes, que ciegos e inmóviles nos dirigen al abismo. Cada día que pasa más gente cae en la miseria. Cada mes, un nuevo informe internacional cambia de bando. Ya no es raro ver informes en los que se advierte de que las sirenas tienen razón y de que urge cambiar de rumbo. Y es que la realidad es tozuda.

Señor Montoro, tengo la sensación de que ambas hipótesis son ciertas. Es usted un antisistema y, además, representa a la oligarquía.

Su reforma fiscal, imperceptible para la mayoría de los contribuyentes, es aplaudida en las lujosas casas de quienes ganan más de 300.000 euros. Su política de rescate al sistema financiero, a las autopistas o al señor Florentino Pérez es sin duda del buen gusto de la oligarquía. Lo mismo que el hecho de tener cinco veces menos inspectores fiscales por contribuyente que Alemania o Francia.

Su política incrementa la desigualdad, que es la principal causa de inestabilidad política. Si su Gobierno fuera capaz de asumir esto probablemente ahorraría miles de euros en gasto para la represión policial. Si fuera un Gobierno de la gente se dedicaría el dinero a combatir la pobreza y no a los pobres. Ustedes criminalizan la protesta social, combatiendo de esa forma los síntomas de la enfermedad. No contentos con eso, intentan convertir un problema social y político en un problema de orden público. Nada de todo eso solucionará la rabia y frustración que genera la crisis económica y la gestión neoliberal de la crisis.

Pero este Gobierno está sembrando un futuro de inestabilidad social. Está echando gasolina al incendio social. Porque estamos siendo quemados, señor Montoro. La política de austeridad quema. A veces a fuego rápido, como propone el PP y Merkel. Otras veces a fuego lento, como propone el PSOE y Hollande. En resumidas cuentas, quemados y hartos.

No obstante, hay esperanza. Y en la construcción de esta esperanza Izquierda Unida, Izquierda Plural, ofrece soluciones. Desoigamos el eco de Margaret Thatcher y digamos bien alto: hay alternativas. No estamos condenados a aceptar su invitación al infierno. No estamos condenados al empobrecimiento, a la precarización o a la rendición.

Y hay alternativas tanto políticas como económicas.

Señor Montoro, la alternativa de Izquierda Unida es la de un nuevo proyecto de país. Un proyecto de país no dirigido por la oligarquía sino por la mayoría social. Un proyecto de país donde la economía obedezca a la política y no al contrario. Pues el mercado puede ser un buen esclavo pero es un horrible señor.

Necesitamos un nuevo modelo de desarrollo productivo social y ecológicamente sostenible. Ello no puede lograrse penalizando a las energías renovables como hacen estos presupuestos. Tampoco es algo que se pueda lograr con un 40% de recorte en I+D, en Ciencia, como ha hecho en los últimos años su Gobierno. Se requiere urgentemente una priorización distinta de los gastos.

Cuestión de prioridades.

No es un drama que los acreedores no reciban su dinero en el tiempo establecido, pero sí lo es que no lleguen ingresos a los hogares.

No es una prioridad pagar a los bancos alemanes y franceses, pero sí lo es pagar la sanidad y la educación.

No es un drama que los traficantes de armas no vendan misiles o tanques al Gobierno de España, pero sí lo es que las pequeñas empresas no vendan a sus vecinos para sobrevivir.

No es un drama que Florentino Pérez no sea indemnizado, pero sí lo es que los profesores y médicos no reciban sus derechos económicos.

No es un drama que el bipartidismo no esté en el Gobierno, pero sí lo es que lo esté.

Señor Montoro, frente a su filosofía de socialización de las pérdidas y privatización de las ganancias nosotros oponemos la nuestra: cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad. La economía está para servir al ser humano. Hay que emanciparse del reino de la necesidad para alcanzar el reino de la libertad.

Nosotros, señor Montoro, nos tomamos muy en serio la democracia. Por eso defendemos que el Estado ha de ser garante último del empleo. El Estado ha de estar obligado a garantizar una vivienda, un empleo y los derechos fundamentales a todos los ciudadanos. Y no es tan costoso como rescatar a los amiguetes. En los próximos días nuestro grupo parlamentario le volverá a traer una propuesta definida de cómo hacerlo.

Señor Montoro, no hay democracia sin justicia fiscal.

No hay democracia sin reparto de los cuidados.

No hay democracia sin un mercado esclavo de la política.

No hay democracia sin empleo.

En definitiva, señor Montoro, no hay democracia en estos presupuestos.

Y ni siendo chamán, mago o torturador de datos podrá engañar a los ciudadanos por más tiempo.

Nuestra enmienda a la totalidad de estos presupuestos es también una enmienda a la totalidad a este Gobierno, alumno espléndido de Merkel y nefasto representante de la mayoría social."

No hay comentarios:

Publicar un comentario