En la foto el Diputado de IU por la provincia de Málaga en el Congreso de los Diputados, Alberto Garzón Espinosa.
El portavoz económico de IU defiende ante el Pleno la enmienda a la totalidad con texto alternativo (que será rechazada por el PP al final de la sesión de hoy) al proyecto de ley del Gobierno por el que se adoptan diversas medidas tributarias dirigidas a la consolidación de las finanzas públicas y al impulso de la actividad económica
Texto íntegro de la intervención de Alberto Garzón en respuesta al ministro de Hacienda
"Señor ministro, este proyecto de ley, al que presentamos un texto alternativo, es conocido en las afueras de esta Cámara y en el mundo periodístico como ‘Ley Adelson’. Parece que encaja perfectamente con las demandas de este empresario, que pretende traer su proyecto, Eurovegas; un proyecto que no encajaría absolutamente en nada con nuestro ideal de modelo de país, con nuestro ideal de modelo productivo. Sin embargo, a tenor de lo que se ve en los medios de comunicación y lo que se puede derivar de estudiar este proyecto de ley, sí encajaría con el modelo productivo que tiene el Partido Popular para este Gobierno.
Es un absoluto despropósito, señor ministro, permitir a través de este proyecto de ley que cualquier ayuntamiento pueda conceder una bonificación del 95% en la aplicación del IBI a cualquier empresario, especialmente si su proyecto es de esta naturaleza; naturaleza que, insistimos, no tiene nada que ver con lo que consideramos que debería ser un país desarrollado.
Es verdad que este proyecto, al margen de esa cuestión, tiene algunos ligeros avances, porque es preferible tener determinada tributación a no tener ninguna, lo que no significa que estemos de acuerdo con ello. Consideramos que es muy poco un 20% sobre los premios que aparecen reflejados en el texto, porque cuando lo comparamos con lo que se acaba pagando de media, en términos del IRPF, por cualquier ciudadano es absolutamente un despropósito. Por supuesto, el hecho de mantener una exención hasta los 2.500 euros significa que hay una pequeña ayuda a ese tipo de proyectos, como veníamos diciendo.
En cualquier caso, al margen de estas apreciaciones, también tenemos encima de la mesa que el proyecto del Partido Popular reflejado en este proyecto de ley no parece compaginar muy bien lo que dice y cómo lo publicita con lo que después se deriva de la aplicación de este proyecto y el conjunto de medidas que está aplicando el Partido Popular y el Gobierno de este país, por una razón muy obvia. Es verdad que tenemos un problema de ingresos, y nosotros por fin tenemos la fortuna de poder decir que nos alegramos de que el Gobierno ponga encima de la mesa la cuestión de los ingresos, más que nada porque en las últimas décadas tanto los gobiernos del Partido Popular -en los que usted, señor ministro, también desempeñaba funciones de gobierno- como los gobiernos del Partido Socialista habían dejado de lado esta cuestión. Favorecidos por una ola de ingresos extra o ingresos virtuales derivados de la ‘burbuja inmobiliaria’, aquí todo el mundo se había quedado al margen a la hora de mantener una estructura fiscal sensata. Sabemos que el Partido Popular bajó impuestos en su época y sabemos que el Partido Socialista hizo exactamente lo mismo con aquella famosa frase de que ‘bajar impuestos era de izquierdas’. Hoy estamos pagando las consecuencias de esa actitud, porque cuando la ‘burbuja inmobiliaria’ ha desaparecido nos hemos quedado sin esos ingresos que se preveían infinitos por parte de los diferentes gobiernos.
Si el paro es la preocupación fundamental para la ciudadanía española, como no puede ser de otra forma, tenemos que ver si este proyecto encaja en la lucha contra el desempleo, en la lucha contra esa tasa de paro de más del 25%. Lo cierto es que tenemos que decir que no, porque estas subidas de impuestos son, en primer lugar, regresivas; son injustas, regresivas y no tienen en cuenta que la única forma de crear empleo es a través de estímulos. Y dado que están en un corsé que realmente promueve la austeridad y los recortes, que es lo que impone la troika, que es lo que el Gobierno del Partido Popular está promoviendo, la única consecuencia de todas estas medidas es debilitar la demanda interna.
Estamos en un país que, como usted sabe, señor ministro, tiene únicamente un 3% de empresas exportadoras, según los datos del ICEX; un 3% de las empresas de este país son exportadoras. Es decir, nuestro crecimiento y nuestra capacidad de crear empleo deriva fundamentalmente de la demanda interna. Si hacemos políticas de austeridad, si hacemos recortes como los que está imponiendo la troika y que está aceptando gustosamente el Partido Popular, no vamos a crear empleo; y esto, que lo venimos diciendo desde hace mucho tiempo, desgraciadamente se puede comprobar atendiendo a los datos del Instituto Nacional de Estadística.
Podría argumentarse -decía- con el hecho de que el Gobierno está intentando aplicar impuestos regresivos para facilitar la industria de exportación, pero no tiene sentido cuando analizamos, como decía, que solo el 3% de las empresas tiene una industria exportadora. Por el contrario, cuando uno va a las empresas y pregunta cuáles son sus problemas -eso es lo que hizo el Banco Central Europeo en su encuesta del año pasado- se encuentra con que el 33% de las empresas españolas considera que su principal problema es encontrar clientes y el 20% el acceso a la financiación. Es decir, la mayor parte de las empresas españolas se queja de la falta de demanda interna y actuar de forma regresiva en los impuestos, como se presenta en este proyecto de ley, va a tener como única consecuencia empobrecer más a la ciudadanía, empobrecer más la demanda interna y, en última instancia, seguir manteniendo una dinámica absolutamente suicida. Estamos absolutamente en desacuerdo con este rumbo que consideramos suicida, alocado, económica y socialmente, porque no va a haber sociedad que aguante estos recortes; económicamente no tiene ningún sentido.
La desigualdad está creciendo, señor Montoro, usted lo sabe, y el régimen fiscal debería servir para corregirla. Pero se aprueban reformas regresivas como esta que lo único que hacen es incrementar esa regresividad, incrementar esa desigualdad, y la desigualdad es al final una traducción, una explicación, una descripción de quién está pagando la crisis. Si aumenta la desigualdad, la mayor parte de la ciudadanía, los que están por debajo, son los que pagan la crisis, mientras que los que están por encima, esa minoría formada por los grandes bancos, las grandes empresas, las grandes fortunas, se ven favorecidos por ella. De ahí que nosotros consideremos que esta política es una política de clase social, porque beneficia a los de arriba.
A la vez que se aprueba este proyecto de ley para favorecer fundamentalmente a esa empresa y a proyectos de esa naturaleza, a proyectos basados en mano de obra barata, a proyectos que no tienen ningún sentido en el modelo productivo, que, por otra parte, defiende, por lo menos en palabras, el señor De Guindos, mientras esta desigualdad crece, el Gobierno podría haber utilizado la reforma fiscal para corregirla y luchar contra la pobreza, la miseria y la desigualdad. Podría haberlo aprovechado y, sin embargo, lo que estamos viendo en el horizonte de este proyecto de ley es un proyecto de país con el que no podemos estar en absoluto de acuerdo. Es un proyecto de país regresivo, un proyecto de país de camino al subdesarrollo, un proyecto que lo que tiene pensado para nuestro modelo productivo es una industria débilmente exportadora, basada en bajos salarios, de contenido tecnológico bajo, como ha venido siéndolo en las últimas décadas, que conlleva un modelo de sociedad funcional con el que no podemos estar en absoluto de acuerdo.
Este proyecto -insisto- tenía algunos avances -siempre vamos a valorar cualquier paso adelante, aunque consideremos que haya que dar muchísimos más-, pero se ha quedado insuficiente y para lo único que va a servir es para dar facilidades al empresario que viene a instalar su negocio a nuestro país, pero no va a servir ni para crear empleo, ni para resolver los problemas de la ciudadanía, ni para generar esperanza con un nuevo proyecto de país que diera ilusión a toda la gente que se está quedando en el paro.
Por ello, hemos presentado un texto alternativo que, sin ser tampoco la solución, porque hay que combatir el marco superior desde el que se imponen estas políticas, sería un avance mucho más importante que el que está planteando el Partido Popular con este proyecto de ley. Muchas gracias."
Texto íntegro de la intervención de Alberto Garzón en respuesta al ministro de Hacienda
"Señor ministro, este proyecto de ley, al que presentamos un texto alternativo, es conocido en las afueras de esta Cámara y en el mundo periodístico como ‘Ley Adelson’. Parece que encaja perfectamente con las demandas de este empresario, que pretende traer su proyecto, Eurovegas; un proyecto que no encajaría absolutamente en nada con nuestro ideal de modelo de país, con nuestro ideal de modelo productivo. Sin embargo, a tenor de lo que se ve en los medios de comunicación y lo que se puede derivar de estudiar este proyecto de ley, sí encajaría con el modelo productivo que tiene el Partido Popular para este Gobierno.
Es un absoluto despropósito, señor ministro, permitir a través de este proyecto de ley que cualquier ayuntamiento pueda conceder una bonificación del 95% en la aplicación del IBI a cualquier empresario, especialmente si su proyecto es de esta naturaleza; naturaleza que, insistimos, no tiene nada que ver con lo que consideramos que debería ser un país desarrollado.
Es verdad que este proyecto, al margen de esa cuestión, tiene algunos ligeros avances, porque es preferible tener determinada tributación a no tener ninguna, lo que no significa que estemos de acuerdo con ello. Consideramos que es muy poco un 20% sobre los premios que aparecen reflejados en el texto, porque cuando lo comparamos con lo que se acaba pagando de media, en términos del IRPF, por cualquier ciudadano es absolutamente un despropósito. Por supuesto, el hecho de mantener una exención hasta los 2.500 euros significa que hay una pequeña ayuda a ese tipo de proyectos, como veníamos diciendo.
En cualquier caso, al margen de estas apreciaciones, también tenemos encima de la mesa que el proyecto del Partido Popular reflejado en este proyecto de ley no parece compaginar muy bien lo que dice y cómo lo publicita con lo que después se deriva de la aplicación de este proyecto y el conjunto de medidas que está aplicando el Partido Popular y el Gobierno de este país, por una razón muy obvia. Es verdad que tenemos un problema de ingresos, y nosotros por fin tenemos la fortuna de poder decir que nos alegramos de que el Gobierno ponga encima de la mesa la cuestión de los ingresos, más que nada porque en las últimas décadas tanto los gobiernos del Partido Popular -en los que usted, señor ministro, también desempeñaba funciones de gobierno- como los gobiernos del Partido Socialista habían dejado de lado esta cuestión. Favorecidos por una ola de ingresos extra o ingresos virtuales derivados de la ‘burbuja inmobiliaria’, aquí todo el mundo se había quedado al margen a la hora de mantener una estructura fiscal sensata. Sabemos que el Partido Popular bajó impuestos en su época y sabemos que el Partido Socialista hizo exactamente lo mismo con aquella famosa frase de que ‘bajar impuestos era de izquierdas’. Hoy estamos pagando las consecuencias de esa actitud, porque cuando la ‘burbuja inmobiliaria’ ha desaparecido nos hemos quedado sin esos ingresos que se preveían infinitos por parte de los diferentes gobiernos.
Si el paro es la preocupación fundamental para la ciudadanía española, como no puede ser de otra forma, tenemos que ver si este proyecto encaja en la lucha contra el desempleo, en la lucha contra esa tasa de paro de más del 25%. Lo cierto es que tenemos que decir que no, porque estas subidas de impuestos son, en primer lugar, regresivas; son injustas, regresivas y no tienen en cuenta que la única forma de crear empleo es a través de estímulos. Y dado que están en un corsé que realmente promueve la austeridad y los recortes, que es lo que impone la troika, que es lo que el Gobierno del Partido Popular está promoviendo, la única consecuencia de todas estas medidas es debilitar la demanda interna.
Estamos en un país que, como usted sabe, señor ministro, tiene únicamente un 3% de empresas exportadoras, según los datos del ICEX; un 3% de las empresas de este país son exportadoras. Es decir, nuestro crecimiento y nuestra capacidad de crear empleo deriva fundamentalmente de la demanda interna. Si hacemos políticas de austeridad, si hacemos recortes como los que está imponiendo la troika y que está aceptando gustosamente el Partido Popular, no vamos a crear empleo; y esto, que lo venimos diciendo desde hace mucho tiempo, desgraciadamente se puede comprobar atendiendo a los datos del Instituto Nacional de Estadística.
Podría argumentarse -decía- con el hecho de que el Gobierno está intentando aplicar impuestos regresivos para facilitar la industria de exportación, pero no tiene sentido cuando analizamos, como decía, que solo el 3% de las empresas tiene una industria exportadora. Por el contrario, cuando uno va a las empresas y pregunta cuáles son sus problemas -eso es lo que hizo el Banco Central Europeo en su encuesta del año pasado- se encuentra con que el 33% de las empresas españolas considera que su principal problema es encontrar clientes y el 20% el acceso a la financiación. Es decir, la mayor parte de las empresas españolas se queja de la falta de demanda interna y actuar de forma regresiva en los impuestos, como se presenta en este proyecto de ley, va a tener como única consecuencia empobrecer más a la ciudadanía, empobrecer más la demanda interna y, en última instancia, seguir manteniendo una dinámica absolutamente suicida. Estamos absolutamente en desacuerdo con este rumbo que consideramos suicida, alocado, económica y socialmente, porque no va a haber sociedad que aguante estos recortes; económicamente no tiene ningún sentido.
La desigualdad está creciendo, señor Montoro, usted lo sabe, y el régimen fiscal debería servir para corregirla. Pero se aprueban reformas regresivas como esta que lo único que hacen es incrementar esa regresividad, incrementar esa desigualdad, y la desigualdad es al final una traducción, una explicación, una descripción de quién está pagando la crisis. Si aumenta la desigualdad, la mayor parte de la ciudadanía, los que están por debajo, son los que pagan la crisis, mientras que los que están por encima, esa minoría formada por los grandes bancos, las grandes empresas, las grandes fortunas, se ven favorecidos por ella. De ahí que nosotros consideremos que esta política es una política de clase social, porque beneficia a los de arriba.
A la vez que se aprueba este proyecto de ley para favorecer fundamentalmente a esa empresa y a proyectos de esa naturaleza, a proyectos basados en mano de obra barata, a proyectos que no tienen ningún sentido en el modelo productivo, que, por otra parte, defiende, por lo menos en palabras, el señor De Guindos, mientras esta desigualdad crece, el Gobierno podría haber utilizado la reforma fiscal para corregirla y luchar contra la pobreza, la miseria y la desigualdad. Podría haberlo aprovechado y, sin embargo, lo que estamos viendo en el horizonte de este proyecto de ley es un proyecto de país con el que no podemos estar en absoluto de acuerdo. Es un proyecto de país regresivo, un proyecto de país de camino al subdesarrollo, un proyecto que lo que tiene pensado para nuestro modelo productivo es una industria débilmente exportadora, basada en bajos salarios, de contenido tecnológico bajo, como ha venido siéndolo en las últimas décadas, que conlleva un modelo de sociedad funcional con el que no podemos estar en absoluto de acuerdo.
Este proyecto -insisto- tenía algunos avances -siempre vamos a valorar cualquier paso adelante, aunque consideremos que haya que dar muchísimos más-, pero se ha quedado insuficiente y para lo único que va a servir es para dar facilidades al empresario que viene a instalar su negocio a nuestro país, pero no va a servir ni para crear empleo, ni para resolver los problemas de la ciudadanía, ni para generar esperanza con un nuevo proyecto de país que diera ilusión a toda la gente que se está quedando en el paro.
Por ello, hemos presentado un texto alternativo que, sin ser tampoco la solución, porque hay que combatir el marco superior desde el que se imponen estas políticas, sería un avance mucho más importante que el que está planteando el Partido Popular con este proyecto de ley. Muchas gracias."
El portavoz económico de IU defiende ante el Pleno la enmienda a la totalidad con texto alternativo (que será rechazada por el PP al final de la sesión de hoy) al proyecto de ley del Gobierno por el que se adoptan diversas medidas tributarias dirigidas a la consolidación de las finanzas públicas y al impulso de la actividad económica
Texto íntegro de la intervención de Alberto Garzón en respuesta al ministro de Hacienda
"Señor ministro, este proyecto de ley, al que presentamos un texto alternativo, es conocido en las afueras de esta Cámara y en el mundo periodístico como ‘Ley Adelson’. Parece que encaja perfectamente con las demandas de este empresario, que pretende traer su proyecto, Eurovegas; un proyecto que no encajaría absolutamente en nada con nuestro ideal de modelo de país, con nuestro ideal de modelo productivo. Sin embargo, a tenor de lo que se ve en los medios de comunicación y lo que se puede derivar de estudiar este proyecto de ley, sí encajaría con el modelo productivo que tiene el Partido Popular para este Gobierno.
Es un absoluto despropósito, señor ministro, permitir a través de este proyecto de ley que cualquier ayuntamiento pueda conceder una bonificación del 95% en la aplicación del IBI a cualquier empresario, especialmente si su proyecto es de esta naturaleza; naturaleza que, insistimos, no tiene nada que ver con lo que consideramos que debería ser un país desarrollado.
Es verdad que este proyecto, al margen de esa cuestión, tiene algunos ligeros avances, porque es preferible tener determinada tributación a no tener ninguna, lo que no significa que estemos de acuerdo con ello. Consideramos que es muy poco un 20% sobre los premios que aparecen reflejados en el texto, porque cuando lo comparamos con lo que se acaba pagando de media, en términos del IRPF, por cualquier ciudadano es absolutamente un despropósito. Por supuesto, el hecho de mantener una exención hasta los 2.500 euros significa que hay una pequeña ayuda a ese tipo de proyectos, como veníamos diciendo.
En cualquier caso, al margen de estas apreciaciones, también tenemos encima de la mesa que el proyecto del Partido Popular reflejado en este proyecto de ley no parece compaginar muy bien lo que dice y cómo lo publicita con lo que después se deriva de la aplicación de este proyecto y el conjunto de medidas que está aplicando el Partido Popular y el Gobierno de este país, por una razón muy obvia. Es verdad que tenemos un problema de ingresos, y nosotros por fin tenemos la fortuna de poder decir que nos alegramos de que el Gobierno ponga encima de la mesa la cuestión de los ingresos, más que nada porque en las últimas décadas tanto los gobiernos del Partido Popular -en los que usted, señor ministro, también desempeñaba funciones de gobierno- como los gobiernos del Partido Socialista habían dejado de lado esta cuestión. Favorecidos por una ola de ingresos extra o ingresos virtuales derivados de la ‘burbuja inmobiliaria’, aquí todo el mundo se había quedado al margen a la hora de mantener una estructura fiscal sensata. Sabemos que el Partido Popular bajó impuestos en su época y sabemos que el Partido Socialista hizo exactamente lo mismo con aquella famosa frase de que ‘bajar impuestos era de izquierdas’. Hoy estamos pagando las consecuencias de esa actitud, porque cuando la ‘burbuja inmobiliaria’ ha desaparecido nos hemos quedado sin esos ingresos que se preveían infinitos por parte de los diferentes gobiernos.
Si el paro es la preocupación fundamental para la ciudadanía española, como no puede ser de otra forma, tenemos que ver si este proyecto encaja en la lucha contra el desempleo, en la lucha contra esa tasa de paro de más del 25%. Lo cierto es que tenemos que decir que no, porque estas subidas de impuestos son, en primer lugar, regresivas; son injustas, regresivas y no tienen en cuenta que la única forma de crear empleo es a través de estímulos. Y dado que están en un corsé que realmente promueve la austeridad y los recortes, que es lo que impone la troika, que es lo que el Gobierno del Partido Popular está promoviendo, la única consecuencia de todas estas medidas es debilitar la demanda interna.
Estamos en un país que, como usted sabe, señor ministro, tiene únicamente un 3% de empresas exportadoras, según los datos del ICEX; un 3% de las empresas de este país son exportadoras. Es decir, nuestro crecimiento y nuestra capacidad de crear empleo deriva fundamentalmente de la demanda interna. Si hacemos políticas de austeridad, si hacemos recortes como los que está imponiendo la troika y que está aceptando gustosamente el Partido Popular, no vamos a crear empleo; y esto, que lo venimos diciendo desde hace mucho tiempo, desgraciadamente se puede comprobar atendiendo a los datos del Instituto Nacional de Estadística.
Podría argumentarse -decía- con el hecho de que el Gobierno está intentando aplicar impuestos regresivos para facilitar la industria de exportación, pero no tiene sentido cuando analizamos, como decía, que solo el 3% de las empresas tiene una industria exportadora. Por el contrario, cuando uno va a las empresas y pregunta cuáles son sus problemas -eso es lo que hizo el Banco Central Europeo en su encuesta del año pasado- se encuentra con que el 33% de las empresas españolas considera que su principal problema es encontrar clientes y el 20% el acceso a la financiación. Es decir, la mayor parte de las empresas españolas se queja de la falta de demanda interna y actuar de forma regresiva en los impuestos, como se presenta en este proyecto de ley, va a tener como única consecuencia empobrecer más a la ciudadanía, empobrecer más la demanda interna y, en última instancia, seguir manteniendo una dinámica absolutamente suicida. Estamos absolutamente en desacuerdo con este rumbo que consideramos suicida, alocado, económica y socialmente, porque no va a haber sociedad que aguante estos recortes; económicamente no tiene ningún sentido.
La desigualdad está creciendo, señor Montoro, usted lo sabe, y el régimen fiscal debería servir para corregirla. Pero se aprueban reformas regresivas como esta que lo único que hacen es incrementar esa regresividad, incrementar esa desigualdad, y la desigualdad es al final una traducción, una explicación, una descripción de quién está pagando la crisis. Si aumenta la desigualdad, la mayor parte de la ciudadanía, los que están por debajo, son los que pagan la crisis, mientras que los que están por encima, esa minoría formada por los grandes bancos, las grandes empresas, las grandes fortunas, se ven favorecidos por ella. De ahí que nosotros consideremos que esta política es una política de clase social, porque beneficia a los de arriba.
A la vez que se aprueba este proyecto de ley para favorecer fundamentalmente a esa empresa y a proyectos de esa naturaleza, a proyectos basados en mano de obra barata, a proyectos que no tienen ningún sentido en el modelo productivo, que, por otra parte, defiende, por lo menos en palabras, el señor De Guindos, mientras esta desigualdad crece, el Gobierno podría haber utilizado la reforma fiscal para corregirla y luchar contra la pobreza, la miseria y la desigualdad. Podría haberlo aprovechado y, sin embargo, lo que estamos viendo en el horizonte de este proyecto de ley es un proyecto de país con el que no podemos estar en absoluto de acuerdo. Es un proyecto de país regresivo, un proyecto de país de camino al subdesarrollo, un proyecto que lo que tiene pensado para nuestro modelo productivo es una industria débilmente exportadora, basada en bajos salarios, de contenido tecnológico bajo, como ha venido siéndolo en las últimas décadas, que conlleva un modelo de sociedad funcional con el que no podemos estar en absoluto de acuerdo.
Este proyecto -insisto- tenía algunos avances -siempre vamos a valorar cualquier paso adelante, aunque consideremos que haya que dar muchísimos más-, pero se ha quedado insuficiente y para lo único que va a servir es para dar facilidades al empresario que viene a instalar su negocio a nuestro país, pero no va a servir ni para crear empleo, ni para resolver los problemas de la ciudadanía, ni para generar esperanza con un nuevo proyecto de país que diera ilusión a toda la gente que se está quedando en el paro.
Por ello, hemos presentado un texto alternativo que, sin ser tampoco la solución, porque hay que combatir el marco superior desde el que se imponen estas políticas, sería un avance mucho más importante que el que está planteando el Partido Popular con este proyecto de ley. Muchas gracias."
Texto íntegro de la intervención de Alberto Garzón en respuesta al ministro de Hacienda
"Señor ministro, este proyecto de ley, al que presentamos un texto alternativo, es conocido en las afueras de esta Cámara y en el mundo periodístico como ‘Ley Adelson’. Parece que encaja perfectamente con las demandas de este empresario, que pretende traer su proyecto, Eurovegas; un proyecto que no encajaría absolutamente en nada con nuestro ideal de modelo de país, con nuestro ideal de modelo productivo. Sin embargo, a tenor de lo que se ve en los medios de comunicación y lo que se puede derivar de estudiar este proyecto de ley, sí encajaría con el modelo productivo que tiene el Partido Popular para este Gobierno.
Es un absoluto despropósito, señor ministro, permitir a través de este proyecto de ley que cualquier ayuntamiento pueda conceder una bonificación del 95% en la aplicación del IBI a cualquier empresario, especialmente si su proyecto es de esta naturaleza; naturaleza que, insistimos, no tiene nada que ver con lo que consideramos que debería ser un país desarrollado.
Es verdad que este proyecto, al margen de esa cuestión, tiene algunos ligeros avances, porque es preferible tener determinada tributación a no tener ninguna, lo que no significa que estemos de acuerdo con ello. Consideramos que es muy poco un 20% sobre los premios que aparecen reflejados en el texto, porque cuando lo comparamos con lo que se acaba pagando de media, en términos del IRPF, por cualquier ciudadano es absolutamente un despropósito. Por supuesto, el hecho de mantener una exención hasta los 2.500 euros significa que hay una pequeña ayuda a ese tipo de proyectos, como veníamos diciendo.
En cualquier caso, al margen de estas apreciaciones, también tenemos encima de la mesa que el proyecto del Partido Popular reflejado en este proyecto de ley no parece compaginar muy bien lo que dice y cómo lo publicita con lo que después se deriva de la aplicación de este proyecto y el conjunto de medidas que está aplicando el Partido Popular y el Gobierno de este país, por una razón muy obvia. Es verdad que tenemos un problema de ingresos, y nosotros por fin tenemos la fortuna de poder decir que nos alegramos de que el Gobierno ponga encima de la mesa la cuestión de los ingresos, más que nada porque en las últimas décadas tanto los gobiernos del Partido Popular -en los que usted, señor ministro, también desempeñaba funciones de gobierno- como los gobiernos del Partido Socialista habían dejado de lado esta cuestión. Favorecidos por una ola de ingresos extra o ingresos virtuales derivados de la ‘burbuja inmobiliaria’, aquí todo el mundo se había quedado al margen a la hora de mantener una estructura fiscal sensata. Sabemos que el Partido Popular bajó impuestos en su época y sabemos que el Partido Socialista hizo exactamente lo mismo con aquella famosa frase de que ‘bajar impuestos era de izquierdas’. Hoy estamos pagando las consecuencias de esa actitud, porque cuando la ‘burbuja inmobiliaria’ ha desaparecido nos hemos quedado sin esos ingresos que se preveían infinitos por parte de los diferentes gobiernos.
Si el paro es la preocupación fundamental para la ciudadanía española, como no puede ser de otra forma, tenemos que ver si este proyecto encaja en la lucha contra el desempleo, en la lucha contra esa tasa de paro de más del 25%. Lo cierto es que tenemos que decir que no, porque estas subidas de impuestos son, en primer lugar, regresivas; son injustas, regresivas y no tienen en cuenta que la única forma de crear empleo es a través de estímulos. Y dado que están en un corsé que realmente promueve la austeridad y los recortes, que es lo que impone la troika, que es lo que el Gobierno del Partido Popular está promoviendo, la única consecuencia de todas estas medidas es debilitar la demanda interna.
Estamos en un país que, como usted sabe, señor ministro, tiene únicamente un 3% de empresas exportadoras, según los datos del ICEX; un 3% de las empresas de este país son exportadoras. Es decir, nuestro crecimiento y nuestra capacidad de crear empleo deriva fundamentalmente de la demanda interna. Si hacemos políticas de austeridad, si hacemos recortes como los que está imponiendo la troika y que está aceptando gustosamente el Partido Popular, no vamos a crear empleo; y esto, que lo venimos diciendo desde hace mucho tiempo, desgraciadamente se puede comprobar atendiendo a los datos del Instituto Nacional de Estadística.
Podría argumentarse -decía- con el hecho de que el Gobierno está intentando aplicar impuestos regresivos para facilitar la industria de exportación, pero no tiene sentido cuando analizamos, como decía, que solo el 3% de las empresas tiene una industria exportadora. Por el contrario, cuando uno va a las empresas y pregunta cuáles son sus problemas -eso es lo que hizo el Banco Central Europeo en su encuesta del año pasado- se encuentra con que el 33% de las empresas españolas considera que su principal problema es encontrar clientes y el 20% el acceso a la financiación. Es decir, la mayor parte de las empresas españolas se queja de la falta de demanda interna y actuar de forma regresiva en los impuestos, como se presenta en este proyecto de ley, va a tener como única consecuencia empobrecer más a la ciudadanía, empobrecer más la demanda interna y, en última instancia, seguir manteniendo una dinámica absolutamente suicida. Estamos absolutamente en desacuerdo con este rumbo que consideramos suicida, alocado, económica y socialmente, porque no va a haber sociedad que aguante estos recortes; económicamente no tiene ningún sentido.
La desigualdad está creciendo, señor Montoro, usted lo sabe, y el régimen fiscal debería servir para corregirla. Pero se aprueban reformas regresivas como esta que lo único que hacen es incrementar esa regresividad, incrementar esa desigualdad, y la desigualdad es al final una traducción, una explicación, una descripción de quién está pagando la crisis. Si aumenta la desigualdad, la mayor parte de la ciudadanía, los que están por debajo, son los que pagan la crisis, mientras que los que están por encima, esa minoría formada por los grandes bancos, las grandes empresas, las grandes fortunas, se ven favorecidos por ella. De ahí que nosotros consideremos que esta política es una política de clase social, porque beneficia a los de arriba.
A la vez que se aprueba este proyecto de ley para favorecer fundamentalmente a esa empresa y a proyectos de esa naturaleza, a proyectos basados en mano de obra barata, a proyectos que no tienen ningún sentido en el modelo productivo, que, por otra parte, defiende, por lo menos en palabras, el señor De Guindos, mientras esta desigualdad crece, el Gobierno podría haber utilizado la reforma fiscal para corregirla y luchar contra la pobreza, la miseria y la desigualdad. Podría haberlo aprovechado y, sin embargo, lo que estamos viendo en el horizonte de este proyecto de ley es un proyecto de país con el que no podemos estar en absoluto de acuerdo. Es un proyecto de país regresivo, un proyecto de país de camino al subdesarrollo, un proyecto que lo que tiene pensado para nuestro modelo productivo es una industria débilmente exportadora, basada en bajos salarios, de contenido tecnológico bajo, como ha venido siéndolo en las últimas décadas, que conlleva un modelo de sociedad funcional con el que no podemos estar en absoluto de acuerdo.
Este proyecto -insisto- tenía algunos avances -siempre vamos a valorar cualquier paso adelante, aunque consideremos que haya que dar muchísimos más-, pero se ha quedado insuficiente y para lo único que va a servir es para dar facilidades al empresario que viene a instalar su negocio a nuestro país, pero no va a servir ni para crear empleo, ni para resolver los problemas de la ciudadanía, ni para generar esperanza con un nuevo proyecto de país que diera ilusión a toda la gente que se está quedando en el paro.
Por ello, hemos presentado un texto alternativo que, sin ser tampoco la solución, porque hay que combatir el marco superior desde el que se imponen estas políticas, sería un avance mucho más importante que el que está planteando el Partido Popular con este proyecto de ley. Muchas gracias."
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