El 19-J toma la calle contra el pacto del euro

La reforma de la negociación colectiva traerá importantes cambios. El Ejecutivo, que se ha comprometido, tras el fracaso de las conversaciones entre empresarios y sindicatos, a mantener el equilibrio entre las partes, se plantea en su reforma dar un vuelco en la prioridad jerárquica del sistema de convenios. Tras su aprobación el próximo 10 de junio, la reforma dará “prioridad aplicativa” al convenio de empresa “respecto del convenio sectorial de ámbito superior”, según ha avanzado el ministerio de Trabajo. Tras el Consejo de Ministros, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció que la reforma de la negociación que se aprobará el próximo 10 de junio buscará la "flexibilidad" interna de las empresas, pero no "a costa" de la seguridad y los derechos de los trabajadores. Así el texto plantea un equilibrio entre la flexibilidad en el seno de las empresas y el mantenimiento de los derechos de los trabajadores, según afirma el ministerio de Trabajo, que dio a conocer las líneas generales de la reforma llamada a ordenar la estructura de la negociación colectiva. Este ordenamiento tomará “la perspectiva del sector” y reconocerá “la distinta realidad socioeconómica de los sectores productivos y los territorios”, asegura el departamento que dirige Valeriano Gómez. En cuanto al convenio de empresa, la reforma opta por la posibilidad de ampliar y abrir las materias que pueden ser negociadas en el ámbito de la empresa. Así desde su entrada en vigor se otorgará “prioridad aplicativa al convenio de empresa respecto al convenio sectorial de ámbito superior”, recalca. Además, la reforma se refiere expresamente a las nuevas realidades empresariales. Por lo que hace al contenido y vigencia de los convenios, el objetivo es agilizar y dinamizar la negociación de los convenios colectivos cuando finaliza su vigencia pactada, solucionando los bloqueos o discrepancias surgidas en la negociación de los convenios colectivos con procedimientos como la mediación o el arbitraje, evitando situaciones no deseadas de ultraactividad de los convenios, y limitando sus efectos cuando se produzcan. Por último, en lo relativo a la flexibilidad interna, uno de los objetivos de la reforma, como ya se ha dicho, es el de lograr una mayor flexibilidad del convenio de empresa de forma negociada y participada. Rubalcaba anunció que el Consejo de Ministros del próximo 10 de junio aprobará la reforma sobre convenios argumentando que se trata de una reforma "necesaria" para el mercado de trabajo. "El Gobierno está a quince minutos de hacer la ley, porque va a coger la base del acuerdo que estuvo a punto de cerrarse entre los sindicatos y los empresarios", explicó. Para el vicepresidente primero, el Gobierno está decidido a tomar parte de los acuerdos bilatelares de los agentes sociales, que finalmente no pudieron concluir en un pacto global, con el fin de que la ley sea "la más próxima posible" a estos postulados. "El tiento para la reforma nos lo han puesto los agentes sociales", zanjó en alusión a una de las advertencias del secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien aconsejó al Gobierno a legislar "con tiento y equilibrio". "Hay que buscar un equilibrio entre flexibilidad y seguridad", indicó, para después volver a lamentar la ruptura del diálogo social sobre convenios, si bien descartó que vaya a afectar a otras mesas de negociación abiertas, como la del empleo juvenil, en la que además también participa el Gobierno.